24 horas antes de la apertura del congreso VMworld Europe en la Fira de Barcelona, saltaba la noticia de la compra de EMC por Dell al precio de 67.000 millones de dólares. Y, puesto que EMC controla VMware, los más de 10.000 asistentes al evento querían saber cuál será el papel de la compañía en ese nuevo contexto. En la keynote de apertura, el 13 de octubre, Carl Eschenbach, COO de VMware [el CEO, Pat Gelsinger, se reservó el estrellato para la segunda jornada] empezó por tranquilizar al auditorio, tratando de despejar las dudas sobre el futuro de la compañía. Dos horas después, Eschenbach atendía al autor de este blog y, como es natural, la conversación arrancó por la pregunta del día, como se verá más abajo.
Pasó una semana desde el encuentro en Barcelona, y nueva sorpresa: aprovechando la conferencia de presentación de resultados trimestrales, se desvelaba el acuerdo por el cual VMware y EMC formarán una empresa en común – se supone que bendecida por Dell – para explotar el negocio cloud valiéndose de Virtustream, startup por la que EMC pagó 1.200 millones de dólares este año. Además de los activos de Virtustream, la nueva empresa recibirá como dote su opción de nube pública vCloud Air. Será dirigida por el CEO de Virtustream, Rodney Rogers, quien reportará directamente a los CEO de las dos compañías consorciadas. Este movimiento arroja una víctima muy lamentada: Bill Fathers, que desde marzo de 2013 ha dirigido la estrategia cloud de VMware, abandona la compañía.
Es obvio que este anuncio, del 20 de octubre, no se conocía el día 13, cuando tuvo lugar la entrevista con Eschenbach. Pero aun así, leídas a posteriori, sus respuestas ilustran los motivos de tan singular secuencia de maniobras empresariales.
Hoy, el tema dominante es la compra de EMC por Dell. No hay duda de que una pieza clave de esta operación es VMware, que está ligada a EMC pero funciona con autonomía ¿Cuál es su primera reacción?
Naturalmente, veo la compra de EMC desde la óptica del valor que confiere a VMware. Cuando el proceso concluya, el año próximo, Dell y EMC formarán la mayor empresa no cotizada de tecnología del mundo, y por su parte VMware continuará operando como empresa cotizada, con la diferencia de que su mayor accionista no será EMC con un 81% sino Dell con un 28%, como surge de los acuerdos firmados. Las sinergias que abre esta nueva situación van a ser sin duda positivas, porque la empresa resultante podrá tomar decisiones rápidas, al no estar constantemente bajo la lupa bursátil, pero VMware mantendrá su estatus de autonomía y se beneficiará de la potencia de sus socios fusionados.
¿Qué sinergias pueden crearse que no existan ya por separado, con EMC y Dell?
Las sinergias a que me refiero tienen que ver con el datacenter definido por software y con nuestra estrategia de cloud híbrida, que compartimos con EMC. Además, ya tenemos una antigua cooperación con Dell en el puesto de trabajo. Como consecuencia, el acuerdo entre ellas profundizará las relaciones existentes.
[…] no es un cambio menor en la propiedad de VMware…
Hay un punto clave: en mi opinión, se han despejado ciertas ambigüedades acerca del espacio que debería ocupar VMware en el futuro [….]
EMC se había configurado como una federación que ahora dejará de tener sentido.
Rebobinemos. EMC ha sido durante décadas una empresa grande con múltiples áreas de negocio y varias compañías con distinto grado de afinidades. Como VMware. O como Pivotal, que nació dentro de VMware y luego pasó a ser participada por EMC. De manera que la federación se ha configurado como un conjunto de compañías que, con distintos vínculos, ofrecen una gran riqueza de soluciones a los clientes. Esto, en cuanto a lo que hasta ahora hemos llamado federación, que es un asunto diferente a cómo se vaya a alinear estratégicamente VMware en relación con Dell, nuevo propietario de EMC.
¿Se puede decir que la federación ha muerto?
No es tan dramático.Probablemente dejará de hablarse de federación, que no era propiamente un ente jurídico, pero el concepto básico de distintas áreas de negocio interrelacionadas, no tiene por qué desaparecer.
Algunos de los partners habituales de VMware son competidores de Dell, y en algunos casos el antagonismo es muy fuerte, como HP, que ha tenido una relación privilegiada con VMware y parece habérselo tomado a mal. ¿Tiene asumido el riesgo de conflictos?
Francamente, ese riesgo no existe. Hemos vivido en un ecosistema muy interesante durante mucho tiempo. Algunos de los primeros partners de VMware eran compañías de almacenamiento que competían con EMC. Luego, EMC compró la mayoría de VMware, y puedo asegurarle que hemos sido capaces de trabajar igual de bien con EMC que con el resto del ecosistema. Estamos habituados a vivir y dejar vivir.
Hablemos de estrategia. Con los años, VMware ha evolucionado desde la virtualización hacia el datacenter definido por software y luego a la nube híbrida […] ¿No son demasiados bocados en poco tiempo?
Si estuviera en su lugar, tal vez lo vería así. Pero llevo casi 14 años en la compañía, y la historia de VMware me dice otra cosa. Piense en nuestros orígenes, ¿qué es la virtualización? Una técnica de abstracción: abstraemos algo que antes hacía el hardware, y nuestra primera ola de crecimiento se la debemos a la virtualización de los servidores. A partir de ahí, hemos llevado el concepto de abstracción a otros elementos del datacenter. Las redes, por ejemplo. Hoy en día todo fluye por las redes, ¿por qué no virtualizar el hardware que las controla? Podría decirse que todo lo que se había hecho durante años en networking ha sido reemplazar una plataforma de hardware por otra más rápida. Cuando se virtualiza esa función, descubres que es más fácil poner una capa de software que renovar la infraestructura de hardware.
[…] y para hacer eso VMware compró Nicira…
Sí, me han dicho que usted conoce a Martín [Casado]. Lo que hemos hecho es aplicar a las redes el mismo principio de virtualización, y luego al almacenamiento con nuestra tecnología Virtual SAN. Entonces nos planteamos, ¿por qué no llevar la misma idea a la nube? Es lo que estamos anunciando hoy, un software para mover cargas de trabajo de un datacenter físico a una nube pública y viceversa. Esto es lo que subyace en la arquitectura de nube híbrida.
Hay consenso en que la propuesta híbrida es la más popular entre las empresa, pero no hay una acepción compartida por los proveedores. En unos casos, porque la nube pública les va grande, a otros porque al mismo tiempo tienen que proteger su base instalada mientras mutan su modelo de negocio. ¿Cómo encaja la nube híbrida en la trayectoria de VMware?
Muchos clientes nos dicen que prefieren no seguir invirtiendo en ampliar sus centros de datos, sus infraestructuras físicas, pero eso no significa que les apetezca ponerse en manos de Amazon… por ejemplo. Lo que prefieren es concentrar sus esfuerzos en las aplicaciones que aceleran sus negocios. La nube híbrida combina lo mejor de ambos mundos: lo que tienes en casa y lo que pagas como servicio. No es VMware quien impulsa esta corriente, son los clientes.
De hecho, la hibridez permite que sean no una sino múltiples nubes…
Correcto, Creemos que las nubes públicas están muy bien para lo que están, pero no son idóneas para todas las aplicaciones, sobre todo si son críticas. Esta es la razón por la que crece el consenso sobre las nubes híbridas, lo que en la práctica quiere decir que no responden a un patrón único. Lo que hace VMware es dar a sus clientes la posibilidad de gestionaras como si fueran una misma nube lógica.
¿Múltiples nubes implican múltiples actores del mercado? ¿Cómo son los socios de VMware?
Operadores, proveedores de servicio…un ecosistema que difiere de aquel con el que estábamos acostumbrados a trabajar. En este momento, vCloudAir, nuestro concepto de cloud pública, cuenta con más de 3.000 partners que ofrecen servicios a sus clientes. Tal vez deberíamos hacer una campaña, algo así como VMware Inside [risas] ¿Recuerda Intel Inside? Se parece bastante: potenciamos sus plataformas con nuestro software, y ellos ofrecen servicios de cloud pública a sus clientes. Uno de esos partners, en Francia, incluso promueve el concepto de «máquina virtual como servicio».
He tomado nota de tres anuncios de este VMworld Europe. Uno de ellos está relacionado con el desarrollo de aplicaciones nativas para la nube. ¿No era este un campo reservado a Pivotal?
Usted se refiere al anuncio de Photon, que es nuestra distribución de un contenedor que puede ser integrado sobre un entorno VMware existente o para construir una nueva plataforma. Es algo cercano a IaaS, mientras que Pivotal ofrece PaaS. Lo relevante en este anuncio es que los desarrolladores pueden escribir sus aplicaciones en entornos diferentes, según les convenga. VMware no compite con Pivotal: por eso mismo, otro de los anuncios ha sido el empaquetamiento de Photon con Cloud Foundry, que ahora está en la órbita de Pivotal.
¿Un contenedor propio significa que vuelve la confrontación con Docker?
Como usted sabe, Docker es una empresa que vende servicios basados en una tecnología open source. Lo que hemos hecho es modificarla y ponerla en el mercado como una solución de software abierto soportada por VMware. No hay tal confrontación.
La segunda novedad, a mi juicio, es una elaboración más sofisticada de la oferta de networking, asociándola con seguridad. ¿Podría explicar el por qué y el cómo?
Martín [Casado] hablará mañana, y no quisiera adelantarme. Lo que sí puedo decirle es que asistimos a una convergencia entre networking y seguridad que se produce en la abstracción que llamamos virtualización e la red. Lo vemos con claridad en los clientes que están adoptando NSX y que nos piden tener la capacidad de una provisión rápida de servicios de red con lo que llamamos ´microsegmentación`, para estar en condiciones de aplica políticas y reglas de seguridad en la capa más baja de sus infraestructuras. Esto es fundamental para que puedan mover una máquina virtual de on-premise a off y esto lo hacen a través de funciones de networking que incorporan políticas de seguridad.
¿Está satisfecho con los resultados de tercer trimestre? ¿Será este un buen año para VMware?
Hemos entrado en quiet period, así que sólo puedo repetir el resumen que hemos anticipado: los ingresos han crecido un 10% nominalmente, un 14% en moneda constante. Por lo tanto, estamos en la parte alta de nuestras previsiones, más no puedo comentar.
[publicada en La Vanguardia el 1/11]